Describir es explicar, de forma detallada y ordenada, cómo son las personas y otros seres vivos, los lugares, los objetos, las sensaciones o los sentimientos. Aunque esa realidad puede ser producto de la imaginación, como ocurre en la literatura o cuando inventamos una historia.
Para describir bien, es necesario un proceso previo de observación: concentrarse en todos los detalles referentes al sujeto, para expresarlos de un modo ordenado; fijarse en sus características más esenciales, aquellas que lo individualizan y lo distinguen de los demás.
Debemos establecer el punto de vista desde el cual queremos reflejar lo descrito. El punto de vista tiene que ver con la finalidad. Así tendremos:
Descripción objetiva
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Descripción subjetiva
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Con los sustantivos nombramos las cosas que describimos, y con los adjetivos les atribuimos cualidades, para explicar sus características.
La adjetivación tiene un gran valor expresivo en la descripción, pues con ella se resaltan los componentes sensoriales de lo descrito: forma, color, sonido, gusto, tacto…
Otro recurso propio de la descripción es la comparación. Mediante este recurso establecemos una comparación entre dos ideas (dos personas, dos objetos...), utilizando la partícula “como”. Ejemplo: Sus labios son rojos como las cerezas.
El tiempo verbal propio de la descripción es el presente y, si se describe en pasado, el pretérito imperfecto, ambos de indicativo.- Si la descripción es sólo de rasgos físicos se llama PROSOPOGRAFÍA
- Si la descripción es sólo de rasgos morales se llama ETOPEYA
- Si la descripción reune rasgos físicos y morales se llama RETRATO
Modelos de descripciones de personas.Aquí
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